Ya se han acabado los exámenes y ha estallado una explosión de alegría y fantasía. El carnaval nos ha disfrazado con unas inmensas ganas de divertirnos, de compartir instantes inolvidables con nuestros compañeros y de cantar y bailar mientras vuela la música y extiende sus alas sobre los patios de La Miranda. El chocolate nos ha endulzado las primeras horas de la tarde pero mucho más dulce es saber que tenemos muchos amigos en nuestra escuela con los que es fantástico estudiar y jugar, trabajar y reír.
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